En el universo de la belleza, la leche de burra es una fuente de juventud conocida desde hace milenios y que vamos a descubrir poco a poco. La leche de burra es la más cercana a la leche materna, fuente de todos los principios. Por tanto, no hay nada más natural, aparte de más universal e intemporal.
Sus propiedades han logrado superar diferentes épocas. El auge de lo natural y lo auténtico ha hecho el resto.
VIRTUDES
Es rica en vitaminas (A, B1, B2, B6, C, D, E) en minerales (calcio, magnesio, fósforo, hierro, zinc…), oligoelementos y ácidos grasos esenciales (omega 3 y 6). Contiene mucho retinol (vitamina A) que tiene un efecto tensor muy importante, por tanto, antiarrugas. El retinol ayuda también a la cicatrización y acelera la producción de colágeno. Se comprenderá que es especialmente eficaz en las pieles con problemas, con eczema, acné o psoriasis. La piel se regenera de forma más fácil y elimina así sus impurezas. La leche de burra hidrata y está recomendada para las pieles con envejecimiento precoz.